Fernando Maniega, chef de barco: “cocinar con vistas al mar es un auténtico placer”.

Sabe de guisos tradicionales con bonitos del norte, de tortillas de patatas irresistibles y de ensaladas verdes preparadas con brotes selectos. Es Fernando Maniega, un capitán de barco que ha hecho de los fogones su pasión y que se define a sí mismo como “un patrón que colabora con la cocina para intentar ofrecer un rancho de plata”.

Fernando Maniega
Fernando Maniega

¿Queréis conocerlo?

Nació en Bilbao, vive en la Costa Blanca desde hace más de 20 años y navega por el Mar Mediterráneo, donde ha desarrollado su vida como patrón y chef. Para Fernando, cocinar de manera profesional en un barco equivale a guisar a la manera marinera, con el pescado siempre de protagonista.

“Navegar tiene que ver con la libertad, porque siempre estás mirando al cielo. Por eso, cocinar con vistas al mar es un auténtico placer”, afirma.

Está en los fogones desde hace 17 años y destaca la importancia de la comida principal cuando cocina a bordo. “El desayuno y la cena pueden ser ligeros, pero la comida es algo especial: le dedico mucha atención y además soy antiaperitivo, porque me desvirtúa lo que se va a comer después”, explica.

Tabarca (62)
Paella de marisco

Cuando zarpa, Fernando se inspira y prepara sus platillos favoritos: merluzas fritas, arroces caldosos y marmitako (un guiso marinero típico del país vasco) entre otras delicias. También se esmera con las ensaladas, que “resultan contundentes, casi como un plato principal”.  Dice que el gusto por la cocina lo “lleva en el ADN”.

Para cocinar en un barco se necesita capacidad de organización. Fernando presta atención a la despensa: “guardo varios tipos de sal, conservas, aceites, gambuzas para cereales y olla de presión, para los platos de cuchara. Siempre salgo preparado”.

A bordo, cocina al fondear, pero hay excepciones: “A veces empiezo a guisar al salir de Alicante y al llegar a la isla de Tabarca he terminado. Si el tiempo lo permite, se puede”. Cuando el mar se pica, hay que guardar los ingredientes y apagar la fuente de calor. “Vamos, que no pasa nada. Si sucede, preparamos huevos fritos, pero con encaje y puntillas”, ríe.

Formentera
Formentera

Orgulloso de sus cocidos y fanático de la alcachofa (“es la flor de las verduras”) Fernando procura siempre tres cosas: complacer a sus pasajeros (“mi cocina es pequeña, pero de ella salen cosas”),  navegar con frecuencia a Formentera, su destino favorito y sobre todo, disfrutar el Mediterráneo.

“Es que no hay mar como éste”, concluye emocionado.

 

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