¿Conoces los beneficios del mundo náutico para los niños? ¡Navega con tus hijos!
El mar es una palabra mágica para los niños. Estén en la playa o a bordo de un barco, el mundo náutico es para ellos sinónimo de tiempo libre, juegos y diversión.
¿Sabías que además de llenarlos de energía la navegación también los ayuda a crecer sanos y felices?
Ahora que llega el verano, la temporada ideal para practicar actividades náuticas, navegar en barcos de vela o motor con los niños es una opción fantástica para compartir con ellos y enseñarles grandes lecciones para la vida.
¿Quieres peques saludables y contentos? Apunta estos tres beneficios del ambiente náutico para los niños, toma las medidas de seguridad necesarias y ¡sal con ellos a navegar!
DESARROLLAN HABILIDADES FÍSICAS Y EMOCIONALES 
Las actividades náuticas y la navegación permiten que los niños desarrollen destrezas. Por un lado, practican su motricidad fina y gruesa al coger una caña de pescar, mantenerse balanceados en la embarcación o al hacer nudos. Cuando aprenden a nadar ganan seguridad en sí mismos. Además, todos los ejercicios en el mar tonifican los músculos y estimulan su sistema inmunológico.
Por otro lado, navegar les ayuda emocionalmente porque aprenden a planificar (no se puede salir a navegar sin prepararse antes), a manejar el estrés (las emergencias pueden suceder a bordo y es indispensable mantener la calma) y a seguir las instrucciones del patrón (comprenden el valor de tomar decisiones y trabajar en equipo). Cuando navegan saben que la diversión también conlleva responsabilidad y que de la misma forma deberán enfrentar los desafíos en la vida.
CRECEN SANOS GRACIAS A LAS PROPIEDADES DEL MAR
El agua del mar tiene propiedades antibacterianas y la brisa marina es como un espray relajante, así que navegar también es fuente de salud. Salir a bordo de un barco, así sea por poco tiempo, equivale a realizar una terapia porque el océano contiene más de 80 oligoelementos (potasio, yodo y sodio, entre otros) que aumentan las defensas, ayudan a cicatrizar heridas, favorecen el apetito y combaten el asma y los catarros. ¡Qué estimulante es el contacto con el mar!
Si además de estar a bordo, los peques practican actividades náuticas, consiguen quemar calorías, se mantienen en forma y reciben los beneficios solares de la vitamina D, que favorece el optimismo y combate la ansiedad (eso sí, no olvides que la exposición solar siempre se debe realizar con precaución y utilizando protector solar).
APRENDEN A AMAR LA NATURALEZA 
Las salidas frecuentes en barco y el descubrir de nuevas costas, puertos, calas, playas y especies marinas enseña a los pequeños a sentirse a gusto con el entorno y a tomar conciencia del valor de la naturaleza. Poco a poco aprenden lo importante que es preservar el mundo náutico para seguir disfrutándolo en el futuro.
Varios estudios señalan que las personas que están en contacto frecuente con la naturaleza asocian al medioambiente con el buen carácter, la libertad y la alegría. Por esa razón se convierten en grandes defensores de los ecosistemas y en individuos generosos y solidarios, con mayor sentido de comunidad.
Ahora que sabes que ese océano que tanto te gusta favorece el bienestar físico y emocional, ¿estás listo para compartir las bondades de la navegación con tus niños?
